sábado, 5 de junio de 2010

La falta de fe es falta de luz. Tener fé es creer en algo aunque no lo podamos ver.
Perder la fe es estar convencidos de que eso que no está no va a estar nunca.
La fe es una conquista que se pone a prueba todos los días. El que pierde la fe puede perder un juego, aunque lo esté ganando.
Dicen que la fe mueve montañas, pero una montaña de fe mueve mucho más. Si vos crees en algo, por más que todos te digan que estás loco, no dudes, tenete fe.
No hay nada peor que darse por vencido, aún cuando veas todo negro, cuando no veas la salida, cuando creas que no vale la pena seguir creyendo en eso que creías. Seguí, cerrá los ojos bien fuerte y tene fe.
El secreto es la fe, la fe en que tu suerte puede cambiar.
La vida va a poner tu fe a prueba una y mil veces, solo depende de cuanta fe tengas en lo que querés, de cuanta fe tengas en vos, de cuanta fe tengas en la vida.

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