domingo, 15 de agosto de 2010


Después de un tiempo, aprenderás la diferencia entre dar una mano y socorrer a un alma, que amar no significa quedarse, que compañía no significa seguridad, que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas, aceptarás las derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente. Aceptaras que incluso las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitaras perdonarlas, que lleva años construir confianza y solo segundos destruirla. Y vos también podrías hacer cosas de las que te arrepentirás toda la vida. Y que no importa lo que tienes, sino a quien tienes en la vida. No te compares con los demás salvo quieras imitarlos para mejorar. No importa a donde llegaste, sino a donde te diriges. Aprenderás que los héroes son personas que hicieron lo que era necesario enfrentando las consecuencias. Descubrirás que la persona que esperas que te patee cuando estas cayendo será una de las únicas que te ayude a levantarte. Cuando sientes rabia tienes derecho a tenerla pero eso no te da el derecho de ser cruel solo porque alguien no te ame de la forma que quieres, te ama con lo que puede. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo. Aprenderás que con la misma severidad que juzgas serás juzgado y en algún momento castigado. Y no importa en cuantos pedazos tu corazón se rompió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Entonces, solo entonces, sabrás lo que realmente puedes soportar; que eres mas fuerte y que podrás ir mas lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía mas. Es que la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.

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