domingo, 28 de agosto de 2011


¿Cómo puede ser que todo se haya sucedido tan rápido? Parece que fue ayer cuando te abrazaba por primera vez y me sentía rodeada por tu cuerpo; y hoy estamos acá más agonizantes que felices.
Siento que soy poco y nada. Y eso soy. Hace meses que me revuelco en la nada misma y no sé como alimentar algo que dejamos hambriento los dos.
¿Dónde escondemos los errores, dónde guardamos las penas? Será que el tiempo desgastó ésta vida de un envión. Después de todo, todo esto es lo que hay; y hoy hay que buscar cómo sanar, o abandonar.

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